Ser de otro mundo

  En un rincón secreto del corazón, dos almas se entrelazan, uno, con ojos brillantes, sueña con ella día y noche. La otra, sin saberlo, busca en otro abrazo su refugio, pero en su mirada, el verdadero amor aún se esconde. Se cruzan, como estrellas fugaces, sus manos rozándose, pero sin tocarse jamás. Él piensa en ella al amanecer, al caer la tarde, mientras ella, en silencio, sufre por su ausencia pero a la vez es feliz cuando ambos se encuentran. ¿Qué destino les aguarda? ¿Un encuentro fortuito? ¿O seguirán sus caminos separados, como ríos que no cone ctan ? En este juego de corazones, el amor se enreda, dos almas, dos destinos, y un solo sentimiento. Así es la danza de los enamorados, a veces cruel, donde uno ama profundamente, y el otro, sin saberlo, busca en otros brazos lo que ya tiene en frente, y en ese desencuentro, se teje la tristeza y el deseo. Pero quizás, en algún momento, los hilos se enlacen, y las miradas se encuentren, sin obstáculos ni dudas. Entonces, dos corazones

  Querida mía , discúlpame por no haber estado antes en tu vida, has sufrido tanto , como voy a juzgarlo , pero simplemente si hubiera estado lo habría evitado. Entiendo tu sufrimiento , lloro por eso , lo escribo en mi diario , desahogo mis penas con tus risas , con tu melancolía y tu delicada sonrisa. Perdón por no haberte encontrado antes. Perdón por intentar calmar tu sufrimiento con este triste aliento , por quererte dar calor con este cuerpo muerto. Sin este sufrimiento tal vez no seríamos nosotros, no seríamos quienes queremos , no estuve en el ayer para aliviar tu llanto , pero estoy en el ahora , para limpiar tus mejillas y estaré en el mañana para ser la causa de tu sonrisa. 

  Señora luna , me gusta admirar tu figura, siempre me preguntó ¿Con esa luz, también alumbraras Ami amada? Dudo cada noche , de tu verdad, de si eres mi confidente, o simplemente mi locura... No sé cuál sea la respuesta, solo me queda las dudas; pero de todas formas, gracias por tu ayuda, gracias por no querer desampararme cada noche , y por no abandonarme. Tenías razones de sobra para dejarme, pero en vez de eso, me abrazaste. De la misma forma que ayer , sigo agradecido con tu ser , con tu extraña mirada y desgarradora luz. Cómo lo agradecí ayer , y lo agradezco hoy , también lo haré mañana.                                                        Gracias señora Luna.

  Tal vez mi idea de amor no sea buena. Tal vez no sea la medida perfecta para entregarlo. Porque cuando creo que es la persona correcta, le doy todo y sin medidas estúpidas,sin remordimientos ni ataduras. Es un reflejo de lo que nunca nadie hizo conmigo. Y es por eso que siempre hemos sido mi corazón y yo en este camino solitario. Nadie más ha aceptado lo que damos. Nadie antes se ha quedado a nuestro lado. Está intensidad que nos representa es la misma que hoy te aleja.                                         

En el abismo de sus ojos, anida el anhelo, donde el alma busca su refugio y su vuelo. En la mirada, un puente de fuego y deseo, donde dos almas se entrelazan sin rodeo. Los ojos, faros que buscan en la noche, la chispa que encienda el corazón derroche. Y en el abrazo de las pupilas, el misterio, donde el alma se desnuda, sin criterio. Así, en el fulgor de la mirada compartida, se funden dos mundos, sin temor ni medida. El anhelo se hace fuego, la pasión se enciende, y el alma, en su danza, al otro se encomienda. Que los ojos sean puentes, no barreras, donde el alma se libere, sin ataduras sinceras. Y en el encuentro de miradas, se escriba la historia, del anhelo que se funde en un abrazo de memoria.

Aquella noche , en aquella hora , en aquel minuto... En la que estabas de espaldas en un faro, pero uno que no tenía luz; que de todas formas, brillaba. En ese momento entendí, que no era el faro, eras tú. Me asombra, buscaba algo lógico, en aquello que era obvio; tanto habían dañado mi corazón, que no reconocía la luz , en la oscuridad. Mi vida fue un breve relato , pero desde que te vi, lo entendí; no existía el “breve” a tu lado, tampoco el tiempo , la muerte , o la vida, solo eras tú. En ese momento lo comprendí ; el faro era yo, pero tú , tu siempre fuiste mi foco de luz.