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Mostrando las entradas de junio, 2024

Danza bajo la lluvia

  Bajo el cielo plomizo, la lluvia danza sin compás, sus gotas erráticas como pensamientos en la tempestad. Quiero que me ames, pero también temo el abismo, dónde el querer se confunde con el miedo y el egoísmo. Las calles se inundan, igual que mi mente turbia, dónde los recuerdos se mezclan como charcos en la lluvia. Aprender a bailar contigo sería un desafío, pues en cada paso, la pasión y la duda se entrelazarían. ¿Cómo danzar bajo está lluvia de contradicciones? Quizás en el caos encuentre la melodía de nuestras emociones. Tus ojos, como gotas de lluvia, reflejan mis anhelos, y en el ritmo de tus latidos, quiero perderme sin recelos. Así que, bajo este aguacero, deseo que me ames sin medida, y que aprendamos a danzar juntos, sin temor ni herida. La lluvia nos envuelve, como un abrazo sincero, y en su caos, quizás encontremos el amor verdadero.

Hacia el costado

  En un rincón secreto del corazón, dos almas se entrelazan, uno, con ojos brillantes, sueña con ella día y noche. La otra, sin saberlo, busca en otro abrazo su refugio, pero en su mirada, el verdadero amor aún se esconde. Se cruzan, como estrellas fugaces, sus manos rozándose, pero sin tocarse jamás. Él piensa en ella al amanecer, al caer la tarde, mientras ella, en silencio, sufre por su ausencia pero a la vez es feliz cuando ambos se encuentran. ¿Qué destino les aguarda? ¿Un encuentro fortuito? ¿O seguirán sus caminos separados, como ríos que no cone ctan ? En este juego de corazones, el amor se enreda, dos almas, dos destinos, y un solo sentimiento. Así es la danza de los enamorados, a veces cruel, donde uno ama profundamente, y el otro, sin saberlo, busca en otros brazos lo que ya tiene en frente, y en ese desencuentro, se teje la tristeza y el deseo. Pero quizás, en algún momento, los hilos se enlacen, y las miradas se encuentren, sin obstáculos ni dudas. Entonces, dos corazones